Apple rectifica y ha considerado pagar a los artistas por su nuevo servicio de streaming de Apple Música, después de las quejas realizadas por Taylor Swift.

El streaming es un programa en la que la música suena directamente desde la red, sin necesidad de descargarla completamente. Así, el usuario consume el producto en paralelo mientras se descarga, y éstos se van almacenando mediante un bufer de datos en la estación particular de cada usuario. Hasta ahora la empresa del iPhone funcionaba con descargas completas, pero a partir del 30 de junio funcionará mediante streaming, ya que se lanza Apple Music, compitiendo directamente con Spotify (que lidera el servicio streaming hoy en día).

La artista, también otros artistas que les da reparo meterse con la gran empresa por la admiración y gran respeto hacia la misma, se queja de que Apple Music en los primeros tres meses será gratuito, y que esto supone una desvalorización de la música  porque Apple no tiene pensado pagar derechos a las discográficas, por lo tanto los artistas no cobran.

Después de estos anuncios, Apple decide pagar una participación desde 71,5 % al 73% por las canciones.